Centro terapéutico
Carretera de Barrax, km 510
Finca la Matacana, s/n
Albacete
Sede social
C/ Joaquín Quijada, 45
02003
Albacete

Áreas de
Intervención Individual

La Casa del Alfarero implementa tres áreas de
intervención individual con las que facilita el proceso de rehabilitación.
A través de estas áreas se busca no solo la recuperación del individuo,
sino también su transformación integral y reinserción positiva en la sociedad.

Área
Psicológica
Área
Social
Área
Educativa

1.
Área
Psicológica

Atención individual

Área de psicología

Desde la comunidad terapéutica “La Casa del Alfarero”, trabajamos también la adicción de manera personal con cada uno de los usuarios, diseñando así un plan de intervención individual ajustado a las necesidades y problemáticas de cada usuario, con el objetivo de ayudar a comprender y manejar las causas subyacentes de su adicción y promover su recuperación integral siguiendo un enfoque de intervención cognitivo-conductual.

Este trabajo comienza con una evaluación exhaustiva de patrones de comportamiento, factores desencadenantes del consumo y posibles comorbilidades, como trastornos de ansiedad, depresión, bipolares o de la personalidad. Basándonos en esta evaluación, se diseñan intervenciones personalizadas que abarcan desde la regulación emocional hasta el desarrollo de habilidades sociales y de afrontamiento.

Uno de los enfoques clave es ayudar a los usuarios a manejar emociones difíciles como la tristeza, la ira, la culpa o el miedo, utilizando herramientas como la terapia cognitivo-conductual o técnicas de regulación emocional como el mindfulness. Además, trabajamos la identificación y reestructuración de creencias disfuncionales que perpetuan el consumo.

Paralelamente, se desarrollan estrategias para reconocer y gestionar factores de riesgo, tanto internos como externos, mediante la creación de planes de prevención de recaídas que incluyan simulaciones y escenarios de afrontamiento.

El trabajo individual también incluye la exploración del significado del consumo en la vida del usuario, ayudándoles a identificar lo que buscaban satisfacer (calma, pertenencia, evasión) y a reemplazarlo por actividades más constructivas y saludables. Desde la comunidad buscamos, además, reforzar la identidad personal y fomentar el autocuidado, ayudando al usuario a descubrir sus valores, metas y proyectos de vida. En casos donde hay conflictos familiares o sociales, la intervención se centra en mejorar las habilidades de comunicación, resolver problemas interpersonales y trabajar patrones de dependencia emocional.

Por otro lado, se presta especial atención a reforzar la motivación para el cambio, especialmente a través de la entrevista motivacional, celebrando los avances en el proceso y ayudando al usuario a construir una visión clara de un futuro sin adicciones. El seguimiento continuo permite evaluar el progreso, ajustar las intervenciones y preparar al usuario para el alta, asegurando que cuente con herramientas para enfrentar los desafíos post-tratamiento.

2.
Área
Social

Atención individual

Área de trabajo social

Desde la comunidad, nuestro trabajador social lleva a cabo una evaluación detallada del contexto social del usuario, identificando factores de riesgo y protección, tales como conflictos familiares, carencias económicas, redes de apoyo, o problemáticas legales. A partir de esta evaluación, se diseña un plan de intervención que complementa el trabajo terapéutico y psicológico, abordando áreas prácticas que influyen en el proceso de rehabilitación.

A través de sesiones de orientación o mediación, el trabajador social se encarga de vincular a los usuarios con recursos comunitarios, como programas de empleo, educación, servicios legales o asistencia social, facilitando la construcción de una red de apoyo sostenible que les permita reintegrarse de manera exitosa, así como de gestionar la relación con entidades externas, como servicios médicos, tribunales o agencias de bienestar social, para garantizar que los derechos del usuario sean respetados y que cuenten con el apoyo necesario para enfrentar estos retos.

Del mismo modo, desde la comunidad se aborda la promoción de habilidades para la vida independiente, capacitando a los usuarios en aspectos prácticos como la organización financiera, el acceso a servicios públicos, y la planificación a largo plazo. Para ello, se trabajan aspectos como las creencias limitantes, las distorsiones cognitivas, el autoconcepto, el autoconocimiento, el estigma, los prejuicios y el manejo emocional, todo ello enfocado desde la perspectiva de la enfermedad adictiva de los usuarios.

3.
Área
Ocupacional

Atención individual

Área ocupacional

Desde el área ocupacional se pretende favorecer el desarrollo personal, social y comunitario, ayudando a los usuarios a adquirir herramientas que les permitan reconstruir su vida de manera saludable y autónoma. Nuestros monitores trabajan de manera integral, diseñando y ejecutando actividades educativas que fomentan el aprendizaje de valores, la gestión emocional, la convivencia positiva y el ejercicio de derechos y deberes dentro de la sociedad.

Para ello, se diseñan actividades que estructuran el día a día del usuario, promoviendo una convivencia ordenada y la adquisición de hábitos básicos, como la puntualidad, la higiene, la alimentación equilibrada y el autocuidado. Acciones que son fundamentales para devolver estabilidad y sentido de responsabilidad a quienes han perdido estas habilidades durante su proceso de adicción.

Del mismo modo, desde la comunidad se fomenta la responsabilidad, la empatía, la solidaridad y el respeto por los demás. En síntesis, desde esta área se persigue como objetivo el empoderamiento de los usuarios, ayudándolos a reconstruir su identidad y autonomía a través de procesos educativos y relacionales que les permitan reinsertarse en la sociedad de manera activa y saludable.

La Casa del Alfarero
aplica 6 programas de
intervención grupal

Conoce cada uno de los 6
programas de intervención grupal.